jueves, 11 de junio de 2015

Salarios y precariedad

Las elecciones han significado un importante retroceso del partido del gobierno, el PP, y ante la perspectiva de unas elecciones generales hacia finales de año ya preparan su campaña: la recuperación económica que nos salvará de todos los males. Cierto es que algunos índices macroeconómicos indican elementos de recuperación económica, previsión de crecimiento del PIB, aumento de ventas y recuperación de beneficios de las grandes empresas… pero también que sigue creciendo la deuda pública y que cada mes pagamos más a los acreedores, que los salarios apenas crecen y que la precariedad se ha extendido como la peste en todos los ámbitos de la actividad económica. Si la crisis la hemos pagado básicamente las clases trabajadoras ahora quieren que la recuperación pase primero por la casa de los ricos. No tenemos ninguna confianza en esa recuperación de la que hablan, porque no habrá cambio de perspectiva económica y social mientras el paro siga en los niveles actuales, los salarios no se recuperen y el empleo sea fijo e indefinido. La crisis capitalista trajo el paro masivo, los salarios bajaron una media de 7 puntos, los costes laborales de las empresas descendieron un 18%, y en cuanto a la contratación volvimos a tiempos que parecían pasados. Algunos ejemplos: el 25% de los contratos que se realizan son de una semana o menos; en sectores tan precarios como la hostelería se está pagando poco más de 2 euros por limpiar la habitación de un hotel; hay empresas, sobre todo pequeñas y medianas, en las que hay más gente en producción contratada por ETT que personas en plantilla… y, evidentemente, precariedad y bajos salarios son dos conceptos bien unidos. Para cambiar la situación, para que la recuperación sea real para la clase trabajadora, hay que empezar por recuperar salarios y poner freno a la precariedad. No es cierto que con salarios bajos y empleo precario se creen puestos de trabajo ¿acaso necesitamos más demostración con lo vivido durante estos años? Lo que se necesita es que las luchas, que las hay, aunque sean pequeñas, no sean aisladas, cuenten con la solidaridad sindical, municipal, política, asociativa. Que en los convenios colectivos se luche por aumentos salariales y reducción de la precariedad… y que paso a paso vayamos preparando un plan general de confluencia y de movilización. A nivel ciudadano se dice a menudo: “Sí, se puede, sí se puede” y las elecciones han sido una pequeña muestra. Entonces también se puede confluir a nivel sindical, ciudadano y político para mejorar los salarios, para mejorar el empleo y combatir el paro. ¡Claro que se puede!